domingo, 9 de enero de 2011

Rubalcaba o Rubalcaba

La última encuesta de Metroscopia publicada en el día de hoy por el diario El País arroja datos que nos permiten afirmar que hay esperanza para los socialdemócratas españoles, a pesar de la distancia en intención de voto existente todavía entre el PP y el PSOE y de que la opinión es notablemente voluble respecto a la intención existente hacia el Partido Socialista, pues los meses de noviembre, diciembre y enero dibujan unos auténticos dientes de sierra, que en este último mes vuelven a ser positivos en comparación con los horrorosos resultados de diciembre.

Así, una de las respuestas más significativas en esta clase de encuestas es la siguiente: si se celebrasen elecciones generales, ¿quién preferiría que las ganase? Pues bien, los encuestados están divididos prácticamente a partes iguales entre los que preferirían que ganase el PP y los que lo hiciera el PSOE: 38% vs. 37%.

Respecto a la valoración de la situación económica de España en la actualidad, la encuesta no refleja extrañamente cuál es la opinión de los encuestados sobre su propia situación económica, que suele ser bastante mejor que la que tienen de la de nuestro país en su conjunto. En este sentido, todavía se percibe que, aparte de razones objetivas, sigue habiendo una auténtica crisis de confianza entre nuestros conciudadanos, crisis alentada de forma demagógica y antipatriótica por la desleal oposición popular. No obstante, a partir de las respuestas a otras preguntas se percibe un cierto optimismo a corto plazo que, como es lógico, habrá que ver si se consolida o no en los próximos meses.

Otro dato positivo es la alta desaprobación del líder del PP, Mariano Rajoy, perdedor en las dos últimas elecciones generales (2004 y 2008). Rajoy es desaprobado por el 71% de los encuestados e inspira poca o ninguna confianza al 83% de los mismos. Sin embargo, lo más llamativo es que nada más y nada menos que el 55% de los votantes del PP tienen esta misma opinión. Además, se ha de hacer notar que Rajoy no tiene en estos momentos ninguna alternativa a nivel interno, como, por el contrario, sí que la tiene Rodríguez Zapatero. Éste es desaprobado también por un 68% de los encuestados e inspira poca o ninguna confianza al 80% de los mismos, entre los que sobresalen igualmente los votantes del PSOE, pues el 68% de éstos responden de la misma forma. Indudablemente, Zapatero es una suerte de "pato cojo" (o incluso algo más), como les ocurre a los presidentes de los EEUU en su segundo mandato. A mi modo de ver, Zapatero no debería volver a presentarse como candidato a presidente del Gobierno en las próximas elecciones generales. Y ello por dos razones poderosas, aparte de las ya señaladas y otras que se podrían traer a colación -sus convicciones personales, por ejemplo-: primera, porque está el precedente de Aznar que no es precisamente baladí y, segunda, porque la calidad de la democracia -el Santo Grial de nuestro sistema político- exige que su mandato sea sólo de ocho años como máximo, algo que por cierto debería aplicarse también el presidente perpetuo de nuestra CA que va ya para dieciséis años y aspira aún a estar otros cuatro más.

Como acabamos de señalar, Zapatero sí que tiene una clara alternativa: Alfredo Pérez Rubalcaba. Su gestión como superministro es aprobada por el 56% de los encuestados y su posible candidatura avalada por el 62% de los mismos (69% de los votantes del PSOE y ¡60%! de los del PP). Es más, si las elecciones se celebrasen en estos momentos y los candidatos fuesen Rubalcaba y el "no sabe, no contesta" Mariano Rajoy, el PSOE obtendría el 37,1% de los votos y el PP el 30,6.

En suma, no hay duda: sólo hay que elegir entre Rubalcaba y Rubalcaba. Zapatero ha pasado ya a lo que vulgarmente se denomina la historia y tan sólo queda que ambos elijan el momento del relevo. Por el bien de los candidatos autonómicos y locales, no debería anunciarse ni demasiado temprano ni muy tarde.

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