sábado, 5 de marzo de 2011

La revuelta de Revuelta

Una de las noticias más impactantes de esta última semana ha sido la baja del PP de Julio Revuelta, ex alcalde popular de Logroño entre 2000 y 2007, y su fundación de una nueva formación política: Ciudadanos de Logroño, que, por lo menos al día de hoy, da la impresión de que está integrada por él mismo y pocos más. Entre los argumentos utilizados por Revuelta para rebelarse contra el todopoderoso don Pedro Sanz (o "Pedrone" para buena parte de los riojanos) figura su ataque constante a la autonomía del Ayuntamiento de Logroño, así como la discriminación de éste frente a otras localidades riojanas (las regidas, añado yo, por el PP o por formaciones que no sean el PSOE) y su falta de respeto hacia el concejo de la capital de La Rioja, donde viven aproximadamente la mitad de los riojanos.

No creo que estos argumentos debiliten sensiblemente al Sr. Sanz, pero sí a la delegada del Gobierno de La Rioja en el Ayuntamiento de Logroño, esto es, la señora Concepción Gamarra, pues, por una parte, reafirman las críticas hechas por la corporación durante estos últimos cuatro años que en esencia denunciaban la deslealtad de otra administración como es la autonómica hacia el Ayuntamiento capitalino (e incluso hacia el Gobierno de España) y, por otra, dejan en evidencia a la candidata a teniente de alcalde de Logroño en las próximas elecciones (el candidato real es evidentemente don Pedro Sanz), que en ningún momento se ha distanciado ni lo más mínimo de las directrices emanadas del Palacete de Vara del Rey, sede de la presidencia del Gobierno (o cacicato) de La Rioja. Dado que la Sra. Gamarra en ningún momento ha sido autónoma del Sr. Sanz, es previsible que tampoco lo sería si alcanzara la alcaldía formal de Logroño (el alcalde real ya hemos dicho quién sería, si siguiera a su vez como presidente de La Rioja).

Otra de las variables de este caso, de la revolución de Revuelta frente a don Pedro Sanz, es la hipotética incorporación y en qué condiciones del primero a la candidatura del Partido Riojano al Ayuntamiento de Logroño, desplazando incluso del primer lugar de la lista a Ángel Varea, que ha sido la cabeza visible de dicha formación durante los últimos cuatro años e incluso desde muchísimo antes. Un tándem Revuelta-Gómez Ijalba presentaría algunos problemas, puesto que no sería atractivo para un sector del centro-derecha del electorado (el que podría atraer el propio Revuelta a sus filas), pero tampoco lo sería para otro sector del centro-izquierda (el que vería como demasiado escorada hacia la derecha dicha candidatura). Además, dicho tándem carece del perfil popular/populista que ahora tienen los representantes del PR en el Ayuntamiento y, por seguir con los perfiles, los dos serían demasiado parecidos desde diferentes puntos de vista, además de que puede resultar cuando menos chocante que se le ceda el número uno a un enemigo político de toda la vida y ahora un recién llegado al mundo que está más allá del Partido Popular. En suma, una coalición PR-Ciudadanos (o ciudadano) de Logroño es toda una incógnita en términos electorales y sólo las encuestas próximas desvelarán su verdadero impacto.

El notición reafirma sin duda la candidatura de Tomás Santos, pues es la única que es fiable en estos momentos, dominadas las otras dos que acabamos mencionar por el seguidismo de la señora Gamarra respecto al Sr. Sanz y el salto en el vacío del PR que todavía no se sabe si tiene una red o tan sólo una cuerda cuando caiga al suelo de su triple salto mortal con tirabuzón. Al contrario que la primera, Santos ha sabido distanciarse del Gobierno de España cuando estaban en juego los intereses del Ayuntamiento de Logroño y de sus propios ciudadanos y, frente a los segundos, no ha hecho juegos circenses a la hora de elaborar la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Logroño.

En todo caso, la revuelta de Revuelta anuncia el fin de la era Sanz, que tal vez no tenga lugar a corto plazo, pero sí y con seguridad a medio, pues desde el momento en el que los ciudadanos dejan de tener miedo al miedo, como aconsejaba F. D. Roosevelt, éstos recuperan su libertad y la libertad, ya se sabe, es irrefrenable e imbatible.