lunes, 18 de julio de 2011

(In)cultura

La política (in)cultural del PP en el Ayuntamiento de Logroño ha empezado con mal pie. A la ausencia de cualquier referencia de la alcaldesa-en-teoría a la cultura en su discurso de investidura, a la separación de las áreas de Educación y Cultura en dos concejalías distintas, a la extraña mezcla de áreas como Cultura y Comercio en una misma edilidad y a la más que previsible supresión de la Dirección General de Cultura y Educación, que era la clave de la bóveda de todo el entramado funcionarial de estas áreas en el Ayuntamiento de Logroño, se han unido las declaraciones realizadas por la responsable de la variopinta concejalía de Comercio, Cultura y Turismo el día 1 de julio en este mismo medio de comunicación.

Así, la nueva concejala de (In)cultura decía respecto a la Biblioteca Rafael Azcona que era lo primero que se iba a decidir, añadiendo a continuación lo siguiente: “Aún queda por ver una serie de cuestiones complicadas y desatascar algunos elementos formales para ver cómo se pone en marcha. El resto está totalmente en el aire. Tampoco se puede decidir en dos días”. A lo que agregaba: “Para San Mateo no estará. Hay que hacer las cosas, pero bien. Si criticábamos que se actuaba por impulsos...”. Frente a estas palabras, que suenan a mera excusa, hay que dejar muy claro que en este asunto la anterior corporación no actuó a salto de mata, sino de una forma absolutamente planificada, pues el proyecto de la Biblioteca Rafael Azcona nació hace cuatro años, justo después de que tuvieran lugar las anteriores elecciones y que, una vez que se celebraron las de 22 de mayo, se les pasó a los nuevos responsables un informe en el que se detallaban todas estas actuaciones que no podemos mencionar aquí por razones de espacio, siendo la previsión que la biblioteca pudiera abrir sus puertas justo después de San Mateo, en contra de lo que daba a entender ahora la nueva concejala.

Respecto a los demás centros culturales (Centro de la Cultura Tradicional, Casa Museo, Centro de la Cultura del Rioja, Muralla del Revellín), la nueva concejala lo único que hacía era echar balones fuera (“Es un poco complicado porque son muchos continentes sin contenido”), como si ahora no fuera la responsable de su gestión, que para eso está. “En alguno se ha definido algo, en otros nada, hay ya personal contratado y ahí está el gran reto de ver qué se hace con todo eso porque, sin haber ninguna previsión ni presupuestaria, ni de programa, ni de equipamiento, ni de nada, así, de momento, es inviable. Se ha actuado de forma irresponsable y ahora tocará poner orden. No está definido qué va a pasar con todo y hay que tomar una decisión de conjunto. No se puede dar una solución uno a uno”, añadía poniéndose la venda antes que la herida.

A la inversa, en el Centro de la Cultura Tradicional se estaba realizando ya un proyecto de gestión que contaba con su propio presupuesto a añadir al de amueblamiento; la Casa Museo también tenía dotación económica para amueblarla; el Centro de la Cultura del Rioja tenía presupuestado su proyecto museológico y definido un modelo de gestión público-privado; la Muralla del Revellín está en pleno funcionamiento desde hace ya un tiempo; y, por citar un último caso, en la Casa de las Ciencias, de la que no decía nada, está a punto de finalizarse el nuevo Centro de Documentación. Es decir, lo que tiene que hacer el nuevo equipo municipal es desarrollar los proyectos que ya están en marcha –algunos de ellos, simplemente concluirlos– y definir un modelo de gestión para los que no están terminados y que todavía carecen de dicho modelo. Todo lo demás son excusas de mal gestor.

Por último, cabría decir que, curiosamente y tal vez como reflejo de lo que ocurrió en 1995 cuando el nuevo Ayuntamiento popular metió en un cajón un proyecto que había sobre la recuperación del Monte Cantabria, la nueva concejala de (In)cultura olvidaba mencionar en su entrevista este enclave fundamental para la ciudad de Logroño. Volvemos al pasado, esto es, a la cultura como mero ornato y no como política estratégica para una gran ciudad como es la nuestra.


(Publicado en La Rioja el 19 de julio de 2011, p. 18)

No hay comentarios:

Publicar un comentario